A pesar de que la naturaleza de mi trabajo implica que debo estar enterada de los últimos acontecimientos políticos, sociales y económicos de este país, realmente el único día que tengo disponible para sentarme a saborear el periódico es el domingo.

Hoy aproveché para cuáles eran las retrahilas del momento y este domingo le tocaba al Dr. Daniel Pichel (quien se alterna con el Dr. Xavier Sáenz-Llorenz, de quien en ocasiones anteriores me he declarado fan #1).

Su columna de hoy es un Top 5 de los más recientes faux pas del Gobierno del Cambio… bastante completo, aunque yo incluiría una addenda con el gran hallazgo de la cabeza de Roosevelt, en un depósito de la Contraloría. Parece que ahora que Ricky está en el poder, todo el mundo quiere quedar bien y todos los tamales  se están destapando.

Disfruten de la lectura.

IRREGULARIDADES

‘Hit parade’ de lo absurdo

DANIEL R PICHEL
dpichel@cardiologos.com

La primera sección de La Prensa es de lo más entretenida. Desde la llegada del “gobierno del cambio” espero con gran entusiasmo esas 14 páginas que nos ilustran de cosas de lo más divertidas. Repasemos el hit parade de las últimas dos semanas.

En el quinto lugar: he leído en “Panorama” sobre el hospital San Miguel Arcángel. Curiosamente, después de tanto patalear, siguieron la recomendación que hiciéramos el grupo de Garantes en enero de 2007, donde recomendábamos taxativamente (ya desde entonces) derogar el sistema Consalud. Al final, para nadie ha sido sorpresa que el hospital funcionaba mal y que tenía un terrible déficit financiero. Esperemos que las investigaciones demuestren si hubo o no negociados alrededor de su operación. De ser ese el caso, ojalá encierren a quienes han hecho fortuna a expensas de los enfermos de San Miguelito.

De cuarto tenemos a los empresarios de Zona Libre a quienes les ha caído mal que el Gobierno les diga que deben pagar impuestos (que es una práctica bastante común en los ciudadanos normales). Lo curioso es que ellos “no se oponen a pagar impuestos” pero… pero… Están tan dispuestos a pagar que amenazaron con un paro que no quedó en nada, pues, supongo, entendieron que llevaban todas las de perder (como los transportistas). Ahora, la excusa es que, si se les hace pagar, las multinacionales se irán de Zona Libre y perjudicarán a Colón. Que me perdonen, pero se me hace un descaro que, a estas alturas del partido, digan que les preocupa Colón y los colonenses, cuando normalmente viven en su mundo comercial sin interactuar con los habitantes de la provincia.

El tercero, es nuestro alcalde-bailarín-locutor quien ha sido la “piedra en la converse” del Gobierno. Desde el enredo del pasaporte estadounidense que adquirió sin renunciar a la ciudadanía panameña, y cuyos derechos (que dice nunca perdió) le fueron devueltos retroactivamente por la Asamblea, su actuar ha sido una cadena de desatinos que tal vez justifiquen una licencia para que repase las leyes que, por ignorancia, parece haber violado. En la última semana han sido tres sus strikes. Entre la salida sin autorización del Concejo, el carro convertible para pasear por Argentina y el viajecito a oriente de la primera dama municipal no me extraña que quieran sancionarlo. Como “no conocer la ley no lo exime de cumplirla” debemos esperar el siguiente capítulo en la saga. Aunque siempre le queda la opción de sacar la estampita de su tocayo para ponerse en sus manos, a pesar de todas sus “metidas de pata”.

En segundo lugar está la soñada condición donde se pueden girar cheques de una empresa que recibe fondos, producto de una concesión directa a familiares y amigos y de la cual no se es dueño ni accionista. Francamente, no se me hubiera ocurrido jamás que eso fuera posible. Sin duda, a la gente común y corriente, nos falta mucho por aprender sobre cómo manejar empresas. Todo el mundo sueña que algún día, alguien “de la familia” haga una transacción “sin explicaciones” y que, al mismo tiempo, permita disponer de miles de dólares… Wow… ni en sueños…

Por último, en el primer lugar de lo absurdo, está el descubrimiento del “cuarto secreto” con que contaba en la Asamblea Nacional uno de los honorables (ejem, ejem…). A mí no me ha quedado claro si se trataba de un Panic Room o de la “Suite del Emperador” dado el agotador trabajo legislativo. Espero que nadie vaya a tener el mal gusto de traducir al inglés que, para entrar al misterioso recinto, se tuviera que “empujar un botón” ubicado junto al espejo… Y encima, “le sembraron cuatro copas” como si en aquel lugar se celebraran francachelas desenfrenadas. Propongo que se haga una inspección con una lámpara ultravioleta de esas que usaba Gill Grisom y su equipo de CSI para descubrir si alguien estuvo o no haciendo travesuras en el sofá, cama o sofá–cama. Quien sabe nos llevamos alguna sorpresa…

Eso sí… ante todos estos hallazgos, la clásica respuesta de los imputados es que “todo es una campaña con trasfondo político”… ¡Qué descaro!…